miércoles, 13 de junio de 2018

Patricia el hada de los colores






   Patricia era el hada de los colores, todos los días trabajaba para crear los más bellos colores y los guardaba con suma delicadeza.
















Tenía dos amigas Noa el hada de las nubes.
















    
   Y Alicia el hada del sol.
 El día de la visita a la Tierra llegaba. Sería su primera vez y estaba dispuesta a hacer que saliera un precioso arco iris.


   Por fin el gran día llegó, Patricia  se levantó muy temprano y dedicó todo su esfuerzo a mantenerse atenta a las instrucciones que daba  Alicia (el hada del sol, que por ser la más mayor era el hada guía), Patricia tendría que  cuidar su arco iris, no se separaría de las demás hadas, no podía tener contacto con los humanos y un montón de reglas más; a cada hada se le asignó un trabajo y  levantaron el vuelo.
lo.
   Al principio todo iba muy bien, Patricia estaba muy emocionada pero tranquila, hasta que lo vio, ¡el humano más guapo del mundo!, o al menos eso era lo que pensaba ella ya que nunca había visto uno. 
La curiosidad fue más grande que su sueño y comenzó a seguir al humano alejándose poco a poco de sus amigas. En un descuido se le cayó el arco iris y se rompió, lo que provocó un desastre en la tierra, pero a ella no le importó y continuó siguiendo al humano.

Horas después  se encontraba cansada. Se había dado cuenta que estaba perdida  y que sus amigas se encontrarían lejos de ella, incluso podrían haber llegado ya a casa. El humano resultó ser muy interesante, y  tenía una cosa que llamaba “Jaula” y eso provocó que la curiosidad de Patricia estallara. Tenía ganas de descansar y ver de cerca el artefacto, se sentó junto a la jaula y comenzó a tocar los barrotes de metal y de pronto pasó lo peor, la jaula se cerró, dejándola atrapada dentro.



 El humano sonrió con malicia y dijo: –Tengo un hada para mí solo jajaja.  Me llamo Alejandro y tienes que cumplir lo que yo te diga y hacer que todos mis deseos se hagan realidad. Patricia contestó : –Solo puedo concederte tres deseos.
   Alejandro pensó y pensó…– “Ya lo tengo, quiero tener mucho dinero y oro”. En ese momento su casa se llenó de oro y dinero, tanto que casi no podían moverse.

   Por las ventanas se veía toda la riqueza que había dentro de ella.   



   De pronto se empezó a oír un ruido en la calle, Alejandro se asomó a la puerta a ver qué pasaba y vio a mucha gente que le pedía que le diera algo, había tantas personas que no se atrevía a salir de su casa. Alejandro se dio cuenta que esa riqueza le encerraba en su casa, le pidió a patricia el segundo deseo – “Quiero que me hagas muy fuerte, así podré salir de mi casa”.      
   Al momento, se sintió con mucha fuerza.
   Salió a la puerta, la gente se le echaba encima pidiéndole dinero, el empezó a empujarles y a hacerles daño, la gente lloraba a su alrededor, no nos pegues, solo queremos que compartas algo con nosotros, somos muy pobres, Alejandro por primera vez en su vida sintió pena, entró a su casa corriendo y le dijo a Patricia: –No soy feliz, soy más desgraciado ahora que tengo riqueza y fuerza. Patricia le respondió: –Pero ahora tienes buen corazón.
   Alejandro sintió unas gotas de agua resbalando por su cara y exclamó: – ¡Los ojos me sudan!, Patricia le corrigió: –Eso son lágrimas que están limpiando tu alma. Alejandro contesto:  – He pensado que con toda esta riqueza y mi fuerza ayudaré a toda la gente pobre y que sufre .
   Patricia le informó: –Te queda solo un deseo, Alejandro dijo;  –Quiero que me perdones por haberte encerrado y ayudarte a ir a tu casa. Le abrió la jaula a Patricia, en ese instante aparecieron sus compañeras hadas.
   Su hada guía, regañó a Patricia:–“Me has desobedecido y has roto el arco iris, cuando llueva y haga sol ya no estará el arco iris, que como sabes es un mensaje para los humanos, para decirles que aunque hay días tristes, también hay días alegres,  pero como has hecho que Alejandro se dé cuenta que ser malo solo trae infelicidad para todos, te damos la oportunidad de hacer otro arco Iris”.
  Volvieron a casa y Patricia trabajo y trabajo, hizo el arco iris más bonito que nunca ha habido.
Patricia volvió a la tierra, con sus amigas y entre todas hicieron un día maravilloso.  
El hada de las nubes, fabricó nubes blancas, que por la tarde se volverían de colores rosas, naranjas y malvas. El hada del Sol hizo que fuese un día brillante. Patricia  eligió ese día para celebrar su comunión y celebrarlo con sus amigos y adornó el cielo con su gran arco iris. Ese  fue, un día inolvidable.



  





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