La Sirenita

La sirenita

 En lo más profundo del océano, hay una grieta y es la puerta de una ciudad de sirenas, es tan profundo, que los humanos no pueden llegar. Allí viven muy felices dos hermanas sirenas, Alicia, que tiene 14 años y su hermana Patricia de 12 años, muy cerca de ellas vivía Tritón, era su primo, el más fuerte de la ciudad, los tres juegan y se divierten.

Un día los tres se fueron a dar un paseo, una de las cosas que más les gusta hacer es montar en caballito de mar, cada uno tiene el suyo, el de Alicia se llama Rebelde, el de Patricia, Espirit y el de Tritón, Luna, les acompañan los delfines, sus fieles amigos, es muy divertido para ellos hacer carreras. 

Después de un largo paseo Alicia dijo: “Los caballitos de mar ya están cansados, pero nosotros no, juguemos al voleibol con el pez globo”, a todos les pareció divertido y se pusieron a jugar, es fácil encontrar peces globo, aunque a ellos les fastidia que jueguen con ellos como si fuera una pelota, un equipo eran los delfines y otro ellos, podían dar toques con la cola las manos y la cabeza, en el caso de los delfines con su boca, cola y cabeza. Iban ganando los delfines, cuando a Tritón se le ocurrió convencer a las almejas y mejillones para que les hicieran cosquillas a los delfines, tirando les pequeños bocados y así poder distraerles para meter unos cuantos puntos, pero uno de los delfines protesto:“Trampa trampa”, los delfines se enfadaron y empezaron a nadar detrás de ellos, las dos sirenitas y Tritón nadaban muy deprisa, sin darse cuenta que se acercaban demasiado a la superficie, nunca habían llegado hasta allí, sacaron la cabeza y vieron lo que había fuera del agua. Patricia dijo:- “guaau, que mar tan azul, y que peces tan raros”. Tritón contestó.-“Eso no es un mar, mi mamá me dijo, que fuera del agua hay cielo y que ahí vuelan pájaros no peces y que en vez de escamas tienen plumas”. 
Patricia haciéndole burla y no queriendo reconocer que no lo sabía, continuó:-“Ya lo sé, es que os he querido hacer una broma”. Alicia asombrada gritó:- “Dejar de discutir, mirar una ballena muy grande “Tritón continuó:-“No es una ballena grande, mi mamá me dijo, que encima del agua flotan los barcos y dentro de ellos hay humanos, nuestros enemigos, ellos pescan todo lo que hay dentro del mar y se lo comen, por eso no nos pueden ver, porque si no también nos comerían a nosotros”. Las dos sirenitas a la vez dijeron:-“Nos estás asustando, vayámonos”. En ese instante vieron como caía un niño del barco, sin que nadie se diera cuenta, el niño gritaba:-“Socorro socorroo, no sé nadar “Tritón y Patricia se fueron asustados pero Alicia, se quedó pensando, como podía ayudar a ese niño, Tritón y Patricia, cuando se dieron cuenta de que no venia Alicia, volvieron a por ella, Los dos dijeron a la vez:-“¿Qué haces?, ¿por qué te quedas hay?, es peligroso, vayámonos”.

Alicia respondió:-“No lo podemos dejar, se ahogará”. Patricia siguió:-“déjalo que se ahogue, es un humano, feo y malo”. Alicia sin escucharlos fue nadando hasta el niño, que ya estaba inconsciente y lo llevo hasta la playa, empezó a reanimarlo y comenzó a toser, el niño estaba agotado, abrió por un momento los ojos y dijo mirándola a la cara:-“gracias me has salvado la vida. Yo me llamo Alberto ¿y tú?”- “Yo Alicia, pronto vendrán a buscarte, pero me tengo que ir” Alberto cerró los ojos pero en su mente quedó grabado los ojos, de esa bella niña. 
Tritón y Patricia llamaban a Alicia, “Ven con nosotros”, Los tres se fueron a su ciudad, los delfines los ayudaron dejando que se agarraran a sus aletas, por fin llegaron, quedando, que siempre guardarían el secreto.
Patricia y Tritón, estaban preocupados, porque Alicia cada día estaba más triste, no dejaba de pensar en Alberto.
Alicia, pensó en ir a ver al hada mágica marina, sería la única que podría ayudarla. La hada le dijo-”Puedes ir a ver a ese humano, te daré un anillo mágico, con él, tu cola se convertirá en dos piernas y podrás respirar, pero solo podrás estar fuera del agua 10 días, si no vuelves al agua morirás, a menos que recibas un beso de amor. Cuando un humano y una sirena se quieren, su amor es tan grande que pueden estar juntos donde ellos elijan en el mar o en la tierra. Días después comenzó su viaje, Patricia y tritón la acompañaron hasta la orilla del mar, allí con pena se
despidieron de Alicia, Patricia le dijo -“Cuídate mucho y ten cuidado con los humanos que son malos, feos y te pueden comer” Tritón continuó-“vuelve pronto”. Alicia siguió su camino con lágrimas en los ojos.
Cuando llegó a la playa, al salir del agua sentó en unas rocas y se le empezó a cambiar su cola de sirena por piernas de niña
Llevaba puesto un vestido de tul salmón parecía una princesa, comenzó a caminar por el paseo cuando unos vigilantes le preguntaron-“¿Qué haces caminando sola por la calle?, tenias que estar en el colegio.” No sabía que decir, y solo se le ocurrió decir –“Me he perdido, y no me acuerdo de nada”. Los vigilantes, la llevaron al castillo, En el vivía el rey y este le pregunto –“si no te acuerdas donde vives tenemos que llevarte a un colegio interna” La niña se puso a llorar, El rey le dijo “No te preocupes te quedaras aquí unos días para ver si mejoras”.

El rey llamó a una sirvienta, que muy amablemente la llevó a su habitación, era un castillo muy grande y, su habitación de estilo marinero. El rey le dijo-“Es la habitación de invitados, espero que te encuentres cómoda”, en ese momento se oía una voz que decía – “Papá disculpa, esta noche llegaré tarde”, Al darse cuenta que su padre no estaba solo continuó-“ No sabía que estabas acompañado”, miró a Alicia y se quedó paralizado, esos ojos le recordaban a alguien, comenzó a recordar y con sorpresa continuó –“Papá esta niña fue quien me salvó de morir ahogado” Los dos, impresionados, no sabían cómo agradecer a Alicia y querían ayudarla a recordar , pasaron los días y fueron unos días maravillosos , en los que Alberto y Alicia se enamoraron.
Alicia ya tenía que volver al mar y despedirse de Alberto.
Un día paseando los dos, Alicia le confesó-“Alberto me tengo que ir, he mentido, si recuerdo de donde vengo, mi casa está en el fondo del mar”. Alberto contestó –“No te puedes ir, yo te quiero, pero… ¿dices que tu casa está en el fondo del mar? Eso no puede ser nadie puede vivir en el fondo del mar, a no ser que seas un pez o una sirena, y las sirenas no existen”. Alicia respondió –“si existen, tienes delante una. Alberto confundido dijo-“De todas maneras seas quien seas, yo quiero que te quedes conmigo “Alicia llorando le contó-“Se me acaba el tiempo solo he tenido 10 días, para que me vuelva a salir la cola y moriría si no vuelvo al agua, pero quiero que sepas que siempre te recordaré y he pasado los mejores días de mi vida”. Los dos llorando se abrazaron y se dieron un beso de amor, en ese momento empezaron a salir estrellas mágicas de colores a su alrededor, Alberto asombrado preguntó -“¿Qué es esto?” Alicia respondió -“Esto quiere decir que nos queremos y podemos estar juntos en el mar o en la tierra”, Alberto continuó -“¿Podré respirar dentro del agua?” Alicia contestó -“Si ven conmigo te enseñare donde vivo y conocerás a mi familia”.
Los dos se dieron la mano y se metieron en el agua Alberto vio, como Alicia se convertía en una bella sirena.

Que él podía respirar como si estuviera en la tierra, que sus piernas, se convertían en una cola de sireno, se les acercó unos delfines y Alicia le dijo que se agarrara a las aletas de los delfines, a Alberto le pareció muy divertido, rápidamente llegaron al fondo allí estaban Tritón y Patricia bailando con las mareas marinas, cuando se vieron se abrazaron todos, Tritón dijo -“Me alegro que venga otro chico así no estoy solo con ellas dos”
Y Los cuatro pasearon por el fondo del mar, Alberto estaba maravillado de la belleza del mar, veía peces de todos los colores, Las dos sirenitas y Tritón se podían comunicar con los peces, había barcos hundidos, era estupendo jugar al escondite en ellos, Alicia también enseña a Alberto a bailar diciendo -“Es una danza que te tienes que dejar llevar por las ondas marinas y tu cuerpo se mueve solo es muy divertido”

Los cuatro estuvieron todo el día jugando los juegos marinos son mas divertidos que los terrestres, aunque lo que mas le gusta a Alberto es montar a caballito de mar, y lo mejor es que aunque te caigas no te haces daño.

Cuando ya empezaba a hacerse de noche, los tres acompañaron a Alberto a la orilla.

Alicia dijo -“Alberto Tu tienes que volver a tu casa y terminar de estudiar y yo volver al fondo y crecer, prepararme para ser adulta, cuando seamos mayores, si nos seguimos queriendo viviremos juntos, mientras tanto, nos veremos siempre que podamos”. Alberto llorando la abrazó y contestó -“tienes razón volveremos pronto a vernos” y se dijeron adiós.
Para Alberto esa experiencia nunca la olvidaría pero nunca podría contar a nadie.